miércoles, 12 de agosto de 2015

Etimologías inciertas VI: De prefijos y sufijos.


Ya hemos hablado en este mismo blog de algún sufijo que no“respeta” su uso habitual (caso de “-ble” en culpable). Igualmente, irascible no significa, como el sufijo parece indicar, “que puede tener ira” sino que “es propenso a la ira”, según el DRAE. O sea, que tiene ira, no que pueda tenerla. 
El otro día, leyendo una biografía sobre Cervantes, me topé de nuevo con un término que ya hacía tiempo me había llamado la atención: liminar. Según el DRAE, este vocablo significa: “Perteneciente o relativo al umbral o a la entrada”. Me surge una duda: ¿cuando uno escribe unas palabras preliminares para un libro, estas quedan antes o fuera del libro? Es el mismo caso de un término, recogido por el DRAE, muy del gusto de los periodistas deportivos: ¿el precalentamiento se hace antes de calentar? ¿Cuándo se hacen los ejercicios de calentamiento?
Por otro lado, el neologismo austericidio, tristemente de moda, se ha formado siguiendo el patrón de vocablos como parricidio, homicidio, regicidio… Si estos términos significan, respectivamente, “matar al padre, a una persona o a un rey”, en el caso que nos ocupa no podemos decir lo mismo. Austericidio no significa “matar la austeridad”, como debería ser atendiendo a su formación; sino que significa “matar a través de la austeridad”. Del mismo tipo que esta palabra es la creación del término datáfono, al modo de teléfono (sonido+distancia, si descomponemos sus elementos). Si descomponemos los elementos del neologismo, tenemos datos+sonido; pero lo lógico sería usar los siguientes elementos datos+distancia, puesto que, aunque usamos los mismos cables, no es sonido lo que viaja a través de ellos. De esta manera, ese aparato se debería llamar teledato/s. Propongo; tarde, seguramente.