Segunda entrada dedicada a la misma persona, mi alumno Julio Ramírez. Ese honor solo lo ostentan en este blog personalidades del calibre de Woody Allen, Billy Wilder o, por supuesto, los Beatles. Ayer, en un concurso al que solo concurrió él, dejó estas perlas:
Tautograma:
Sangrar, siempre supurando susurrantes sudores. Sentado, sumido (solo) so silenciosas sombras sucediéndose sin sustancia, solo sintiendo su sublime ser sin saber su significado... Sabiendo su siniestra sed sempiterna.
Ucronía:
Ofreciéndoles la manzana, fruto prohibido del conocimiento, planteó un dilema a aquellos seres que, curiosos, contemplaban al ofidio.
-¿Qué te parece, Adán? ¿Deberíamos hacer caso de la serpiente?
-A decir verdad, Eva, yo no me fiaría de un bicho que habla.
Y, encogiéndose de hombros, el ser humano renunció al saber y al conocimiento y siguió viviendo como un animal doméstico en el zoológico divino del Edén.
Nanorrelato: El forense inquieto
Los familiares preguntaban por los dientes; él negaba mirando su rolex.