viernes, 31 de mayo de 2013

Ucronía (IV). Paul tuvo un doble


Paul tuvo un doble 

Cuando Brian nos dijo que  había contratado a un doble porque Paul ya estaba harto de las ruedas de prensa, de los actos sociales… nos quedamos sorprendidos. Creíamos que era lo que más le gustaba: figurar y sentar cátedra cuando hablaba. Quería ser el líder del grupo.
La primera vez que su doble iba a sustituirle fue el día que habíamos quedado en ir a Indica para ver la exposición de Yoko. Brian me llamó por teléfono. William Campbell había muerto en un accidente al saltarse un semáforo.

miércoles, 29 de mayo de 2013

La mula

El otro día fui a ver La mula. No había oído hablar de ella, a pesar de lo premiada que salió del Festival de Cine de Málaga. Cuando uno va al cine sin expectativas, al menos a mí me pasa, suele encontrar pequeñas joyas cinematográficas. Siento decir que no ha sido este el caso.
De momento, el título ya me recordó a la grandiosa obra de Berlanga sobre nuestra guerra. Alguien me había comentado que la película se situaba en la guerra. Aunque a decir verdad son muy diferentes, la presencia de La vaquilla está latente en toda la película: desde el título, hasta el cruce de bando de algunos personajes, la desmoralización del contrario desde las trincheras, pasando por el intercambio de papel y tabaco entre los soldados de ambos bandos o la historia de amor (acción colateral que, en mi opinión, no aporta nada a la película, salvo la presencia femenina, indispensable en cualquier película). Se queda a medio camino entre el drama y la comedia, que, en mi opinión, es lo peor que le puede pasar a una película. La equidistancia con que son tratados ambos bandos (aunque se narra desde el punto de vista del bando nacional) deja a la película en tierra de nadie; sin moralina, es cierto, pero sin profundidad.
Ha sido muy alabado el papel de Mario Casas, que rompe con el esterotipo de galán joven que venía arrastrando; especialmente su marcado acento jienense, muy conseguido. No puedo decir lo mismo de su compañera (creo que en la vida real también lo es), María Valverde, que, según las escenas, seseaba o no. Merece la pena destacar el gran papel de Secun de la Rosa, especie de Sancho Panza de ese Quijote con  mula que es Mario Casas.
Hay quienes han hablado de fallos de racord, de la iluminación, etc; pero aquí nos vale con lo comentado ya.
Como las comparaciones son odiosas, según el aserto popular, no entraremos en más detalles sobre esta película, que se deja ver. Pero el anónimo director de esta película (filmada por un director y montada por otro) dista bastante del talento genial del valenciano autor de La vaquilla.

lunes, 27 de mayo de 2013

Cartujano y Limeño

Lidia benéfica en Cardeña (Córdoba), de 1928














Magnífica fotografía sacada de El País, propiedad del coleccionista malagueño Juan Antonio Fernández Rivero, que posee más de 42000 fotografías del siglo XIX y principios del XX. 
No he podido evitar recordar una afamada película española. ¿A que no es difícil, amigo lector?

sábado, 25 de mayo de 2013

Adivina, adivinanza (IX)

Hace unos días presentaba un bodrio en forma de adivinanza. La respuesta rápida por parte de dos exalumnos, truncó un mínimo de suspense. Les prometí - a ellos y a todos los lectores que quieran jugar- una algo más difícil. Y aquí está. Podríamos llamarla "Cifras y letras", como el afamado concurso de televisión. Propondré tres cifras y tú, amigo lector, deberás averiguar qué tienen que ver esos números con la literatura. Solo daré una pista: cada una de las tres cifras tiene que ver con uno de los tres géneros clásicos en que se divide la historia de la literatura. Allá van los números, de menor a mayor:

346
584
5775

miércoles, 22 de mayo de 2013

Ucronía (III). I just believe in me: Yoko and me


Lo recuerdo muy bien. John estaba en Kenwood, tirado en el sofá, con la tele puesta y con el periódico en la mano. Intenté convencerle de que fuéramos a la exposición de Indica Gallery. Él intentó convencerme de que me quedara allí para “viajar”. Le dije que tenía interés en conocer a esa artista japonesa. Yo estaba interesado en todo lo underground. No quiso venir. Cuando llegué, me la presentaron. Vi una escalera y subí. Al final de la escalera había una lupa colgando del techo y un pequeñísimo letrero que decía: “Sí”.
Si le hubiera hecho caso a John y me hubiese quedado allí para viajar con ácido o cualquier otra cosa, no habría conocido a la mujer de mi vida.
Desde hace un tiempo, John insiste en  recuperar las giras y a mí se me hace un mundo continuar con el grupo. Mi único interés se centra en vivir con Yoko. Solos Yoko y yo.

lunes, 20 de mayo de 2013

Bodrios (X). Cuentos completos de Javier Tomeo

Este bodrio, como algún otro ya publicado, se presenta en forma de adivinanza poética. Tras leer este microtexto de Javier Tomeo, ¿te atreverías a sugerir a qué poema de un poeta español del siglo XX  recuerda?

-HOMBRE. (Mirando al frente, sin volverse hacia la mujer.) Oye.
-MUJER. Qué.
-HOMBRE. Dame tu ojo izquierdo.
Pausa. La MUJER se desenrosca su ojo de cristal y se lo alarga al compañero.
-HOMBRE. (Recogiendo el ojo, que se guarda en el bolsillo cerillero de la chaqueta.) Ya sabes que te prefiero tuerta, Manuela.

miércoles, 15 de mayo de 2013

Poesía joven (II). Miguel Ángel Casasola


La segunda lectura de los libros que me regaló mi amigo Paco Najarro, ha sido el poemario Esquinas y rincones (ÁRTEse quien pueda, 2012) del poeta cacereño Miguel Ángel  Casasola.
Ya desde el título vemos clara la dicotomía que presenta el libro: el haz y el envés, la soledad y la compañía, el tú y el yo. El libro se divide en cinco bloques, aunque el primero (“Declaración de intenciones”) y el último (“Conclusiones”) tienen un solo poema cada uno (“De vuelta de todo” y “No tengo mar”). Los tres bloques centrales (“Esquinas”, “Rincones” y “Subsuelo y campo abierto”) son un ir y venir, en sentido circular, entre la soledad elegida y plena, con un punto de misantropía (En cuanto a mí, / hay días en que estoy de vuelta de todos./ Pero eso es una necesidad,/ no una opción. O cuando afirma en otro poema: Nunca he sido muy partidario de perpetuar la especie) y la compañía encontrada, no buscada (Nunca necesité a nadie (...) Y ahora me sorprendo/ por necesitar/ compartir,/ a secas./ Y en ese punto estoy/ Y en ese punto/ estamos).
El sujeto lírico, en una noria sin fin, con altibajos, anda perdido, buscando su lugar en el mundo (No soy de aquí./ Sé de dónde procedo/ pero no sé adónde pertenezco). No avanza en su búsqueda, se enquista (Tal vez se deba a esa extraña costumbre/ de desandar lo que ando/ y luego volverla a andar) Pero todo cambia cuando aparece “tú”. Así ocurre en un muy bien construido poema, “Un largo día soleado”, en el que, al modo romántico, la presencia del tú cambia toda la percepción del paisaje (“me sobraban libros,/ me faltaban horas,/ cantaba fados a la sombra del horizonte”; pero ahora, con tu presencia “los libros me remiten a ti,/ las horas no existen,/ escucho el tango permanente de tu cuerpo”).
Como todo poeta, Casasola es un buen lector de poesía. Por sus poemas desfilan, de manera muy sutil, algunos grandes de nuestras letras (Quevedo en “Resistencia”, Ángel González en “Fotografía en negativo”, Benedetti en “La invención de los barcos” o Pedro Salinas en el verso miro, cierro los ojos para ver más claro). Incluso, la trabazón interna del libro se afianza cuando en el penúltimo poema del libro, “Ya no escribo poemas de amor”, se remite a un poema anterior de este mismo poemario, “El mundo ha sido afeitado por un barbero furioso”.
En fin, un buen libro de poemas, escrito por un extremeño y editado por la gentileza de un mecenas, Gabriel Seijo, algo que ya creíamos desaparecido. Albricias, todavía hay quien invierte su dinero en un buen libro de poesía.

domingo, 12 de mayo de 2013

Ucronía (II). 7/7/57


7/7/57
-¿Qué pasó? Te estuve esperando toda la tarde en St. Peter´s Church.

-Lo siento, Ivan. No pude coger el bus: había huelga de transportes.

-Bueno, tampoco te perdiste gran cosa. La pena es que no conocieras a John.

-Bueno, me han dicho que no es nada del otro mundo y, además, se inventa las letras…


Y la década siguiente continuó siendo en blanco y negro.

jueves, 9 de mayo de 2013

¿Homenaje, plagio?

El poeta nicaragüense Rubén Darío
Leyendo dos números de Cuadernos Hispanoamericanos (754 y 755), me ha sorprendido encontrar un intertexto que desconocía de una canción ya antigua (no voy a desvelar cuál es la canción para que el lector, si lo desea, adivine el acertijo). 
En un artículo sobre Rubén Darío, se habla de un cuento que yo desconocía, La canción del oro. Pues bien, al leerlo, me ha venido a la memoria una canción que yo escuchaba en mi juventud, que estaba firmada por un cineasta y era cantada por un cantautor (no te quejarás, amigo lector, de las pistas). El caso es que me he ido a mi discoteca (en sentido etimológico) y he buscado los créditos del tema y... efectivamente, allí no se reconoce la más mínima filiación de la canción con el poema en prosa de Rubén. ¿Es legítimo? ¿Legal? ¿Ético?
Por otro lado, leo un largo artículo, en el número 754, sobre el nobel mexicano Octavio Paz, que encabezan los siguientes versos: Yo no daría la vida por mi vida:/ es otra mi verdadera historia. Me sorprendo cuando en el número siguiente de la misma revista me encuentro con una serie de aforismos de Andrés Neuman. Uno de ellos dice así: No daría la vida por mí mismo

¿Qué opinas, amigo lector: homenaje o plagio?

El escritor argentino Andrés Neuman

domingo, 5 de mayo de 2013

Poesía joven (I). Andrea Aguirre


Esta semana me ha llegado a las manos un puñado de libros de la editorial ÁRTEse quien pueda, gentileza de uno de sus editores, el poeta y exalumno Paco Najarro. El trabajo de la editorial en los tiempos que corren es ímprobo. Ya te puedes imaginar, querido lector, con la que está cayendo…

El primer libro que he leído ha sido El ciclo lunar de los paréntesis de la poeta (ya no está de moda lo de poetisa) bonaerense Andrea Aguirre. Es un libro orgánico, un todo; no una suma de poemas. El libro se divide en dos partes (“Cuarto menguante” y “Cuarto creciente”) y tiene en medio una parte vacía, sin poema alguno llamada “Luna hueca”. La metáfora surge de la imagen visual de los paréntesis gráficos. La estructura bimembre viene dada por la división del poemario en dos bloques:  poemas de visión negativa, donde la falta de comunicación arrastra al abismo (“Herida”, “Palabras muertas”, “Silencios” o “Quise”) y que se cierra, significativamente, con el “Poema desordenado”, donde la sintaxis se retuerce de tal manera que todo carece de sentido, en clara metáfora del estado anímico del sujeto lírico; y,  tras el paréntesis hueco de la parte central, la segunda parte, “Cuarto creciente”, que se abre, también significativamente, con el poema “Metamorfosis”, en el que se intuye un cambio. Los primeros poemas de esta parte cierran con expresiones que sitúan al yo que habla desde la sima (“desde abajo”, “bajo la tierra” o “siempre estuvo muerta”). La poeta se encara, en una suerte de exorcismo,  con el origen de su dolor y le hace frente (Cada día te olvido / más rápido. / ¡Maldita sea! / Me quedaban tantas razones / para odiarte…). En otros poemas posteriores, aparece la búsqueda de la esperanza (Estás en alguna parte / esperando divisarme) y la fe en que, como el ángel alicortado de Alberti, la crisis se superará. Así lo explicita el poema “Apostasía”: Me traicioné una vez. / Me he perdonado; / y es ahora / cuando empiezo a superar / todas las traiciones.

En fin, un poemario muy coherente, con algunos versos memorables, prácticamente casi todos desnudos de rima y con tendencia al poema corto de verso corto (“sintagmático” podríamos llamarlo). Incluso hay una parte, titulada “Instantáneas”, que se compone de tres haikus. Lectura muy recomendable.

viernes, 3 de mayo de 2013

Fidelidad al líder

 

-Un diputado del PP deja la comisión de Seguridad Vial por conducir ebrio. 

 -El Supremo multa y retira el carné al líder juvenil del PP.

 -Detenido Miguel Ángel Rodríguez por cuadruplicar la tasa de alcohol al volante.




-José María Aznar (2007): "¿Quién te ha dicho que yo quiero que conduzcas por mí [aludiendo a la DGT], las copas de vino que yo tengo o no tengo que beber déjame que las beba tranquilamente".

De aquellos polvos...