jueves, 22 de noviembre de 2012

Bodrios (IV)

                                 UN PACIENTE EN DISMINUCIÓN

El señor Ga había sido tan asiduo, tan dócil y prolongado paciente del doctor Terapéutica que ahora ya era sólo un pie. Extirpados sucesivamente los dientes, las amígdalas, el estómago, un riñón, un pulmón, el bazo, el colon, ahora llegaba el valet del señor Ga a llamar al doctor Terapéutica para que atendiera el pie del señor Ga, que lo mandaba llamar.
El doctor Terapéutica examinó detenidamente el pie y “meneando con grave modo” la cabeza resolvió:
-Hay demasiado pie, con razón se siente mal: le trazaré el corte necesario, a un cirujano.
                                                                 Macedonio Fernández


Cuando leí este microrrelato se me vino a la mente un chiste que me contaron hace lustros. Decía más o menos así:
Un hombre espera en la maternidad de un hospital el parto de su primer hijo. Sale el doctor cariacontecido:
-Verá usted, ha habido problemas: su hijo ha nacido bien pero...sin las dos piernas.
-No importa, lo querré igual.
-Bueno, verá, tampoco tiene los brazos.
-Venga, da igual; es mi hijo.
-...Tampoco tiene el tronco.
-Bueno, vale, venga; démelo ya, quiero verlo.
-Sale el médico del paritorio con una oreja en brazos y se la entrega al padre.
El padre la mira y, susurrando, le dice:
-Hijo mío, qué ganas de tenerte ya conmigo.
El doctor se acerca al padre y le apunta:
-Grítele, que es sordo. 

1 comentario:

  1. ¡Magistral el arte del microrrelato! Y yo que necesito cien folios para contar cualquier tontería. Proustiano que es uno...

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