jueves, 30 de agosto de 2012

Biblioppk (V). Cabello de ángel


Esta primera novela de Carlos Santos Unamuno, BISNIETO del polígrafo bilbaíno, es un fresco de la España que vivimos. Situada en los días previos a las elecciones generales de 2008, el autor teje una maraña de personajes reales y ficticios, algunos de los cuales llegan a ser más reales que los primeros. El mundo de la política y de la empresa se dan la mano (y hasta se van a la cama) en esta novela policíaca en que aparecen todos los elementos del género: asesinato, detective y mujer fatal (rubia, por supuesto).
   En la novela se pueden reconocer los personajes ficticios y es muy fácil ponerles cara; por ejemplo: Ramiro Torres, de la cadena CLEN, controlada por los obispos, es el locutor estrella matutino, que reparte mandobles a diestra (PP) y siniestra (PSOE). Sus principales objetivos son los homosexuales, los socialistas y está obsesionado desde hace cuatro años con el atentado del 11-M, del que no deja de hablar constantemente para poner en tela de juicio la sentencia sobre el caso. Por si todavía no le ponen cara, sus enemigos le gritan, para mofarse, “GA-MI-GO, GA-MI-GO”. Fieles secretarias, potentados empresarios, políticas ambiciosas que se creen salvadoras de la patria… Todos desfilan ante los ojos críticos de Santos Unamuno.
   La estructura de la novela recuerda a la utilizada (salvando las distancias) por Clarín en La Regenta: una primera parte (La voz de su amo) en la que apenas transcurren unos días para presentarnos a todos los personajes y sus relaciones, y una segunda (Los días del cazador), que se extiende más en el tiempo,  con el desarrollo de la trama, que no voy a desvelar aquí.
   Los aciertos de la novela son muchos: el lenguaje muy cuidado del autor, distinguiendo la voz del narrador de la de los personajes, diálogos muy creíbles y vivos,   el sentido del humor que aparece de vez en cuando, el retrato incisivo de la clase dirigente, política y económica,  de este país… El final, un tanto amargo, deja entrever un desencanto a causa del descreimiento en el que estamos cayendo. De lectura ágil y entretenida, es muy recomendable.

domingo, 26 de agosto de 2012

Biblioppk (IV). Devuélveme a las once menos cuarto


Martín amanece en un hotel de Madrid con un sueño a medio terminar. Al día siguiente, Bruno duerme en la misma habitación y termina de soñar/vivir el sueño de Martín y…
   Esta novela primeriza de Víctor Charneco me venía muy bien recomendada. Además, me he tomado la molestia de buscar en la red y he encontrado salutaciones muy optimistas para Devuélveme a las once menos cuarto. La sensación que su lectura  me ha dejado es agridulce. Me explico: la novela está muy bien escrita  y esa es su mayor virtud, pero también su mayor defecto. Una prosa, la del narrador,  bien construida, pulcra y, a veces, demasiado densa. Pero esa misma prosa, puesta en boca de los personajes en una charla informal mientras toman un café no es creíble. El mayor defecto del autor es, en mi opinión, no haber sabido separar la voz del narrador de la de los personajes. Da la sensación de que quiere sorprender a cada párrafo con su correctísima sintaxis y léxico. Pero para que sean creíbles, los personajes deberían hablar con decoro (como se viene haciendo desde La Celestina,  el teatro del Barroco o El Quijote), es decir, adecuar su forma de hablar a su nivel cultural y a la situación en que se encuentran.  Y no ocurre así en esta novela.
   Por el contrario, el planteamiento es bastante original, muy borgiano y el análisis interior de los personajes bastante complejo y bien desarrollado. Hay momentos en los que la densidad de la novela se torna casi en ensayo.  Por último, habría que hacer notar que en una historia de precisión quirúrgica en que las fechas y las horas son tan importantes en el tejido de la novela, sería deseable que no hubiera tantas erratas en las fechas y horas de los e-mails que los personajes se cruzan. Las piezas del puzle no encajan.
   Salvando estos errores y lo comentado más arriba sobre el habla de los personajes, la novela se deja leer, se disfruta con su lectura y, además, te invita a reflexionar. Habrá que estar atento a las próximas publicaciones de Charneco. No sería extraño verle entre los mejores novelistas dentro de pocos años. De momento, no es un mal comienzo.

miércoles, 22 de agosto de 2012

Bodrios (II). Alcántara

                          A Luis Santos le hubiera gustado este bodrio.